El topillo mediterráneo es un roedor pequeño con un tamaño que varía entre 8 y 12 cm de longitud, excluyendo la cola, que mide aproximadamente 2 a 4 cm. Su peso oscila entre 20 y 50 gramos. Su pelaje es de un color marrón grisáceo en el dorso y más claro en el vientre, con un aspecto que le ayuda a camuflarse eficazmente en su entorno natural.
Sus características distintivas incluyen un cuerpo robusto y una cabeza relativamente grande con ojos pequeños y orejas cortas. Sus patas son cortas y adaptadas para excavar, lo que es crucial para su modo de vida subterráneo. La cola es corta y peluda, una característica común entre los topillos que contribuye a su equilibrio mientras excavan.
El topillo mediterráneo se distingue del topillo común porque su cola tiene un color uniforme y muestra una banda longitudinal de color ocre que separa su espalda de su vientre. Además sus dientes incisivos son más grandes que los de su primo común.
El topillo mediterráneo tiene adaptaciones notables para su vida subterránea. Sus patas cortas y fuertes están diseñadas para excavar eficazmente, mientras que su pelaje denso lo protege de la humedad y el frío en sus túneles.
El topillo mediterráneo se encuentra principalmente en áreas de vegetación mediterránea, incluyendo bosques de encinas, matorrales y pastizales. Prefiere terrenos con vegetación densa que proporciona refugio y alimento. En la Península Ibérica, su distribución está centrada en las regiones del sureste, incluyendo partes de Andalucía, Murcia y Valencia, y también en el sur de Portugal.
En las Islas Baleares está presente en algunas de las islas principales, como Mallorca e Ibiza, donde ocupa hábitats similares a los que encuentra en la península. Las Islas Baleares ofrecen un entorno mediterráneo adecuado para las poblaciones de esta especie.
No está presente en las Islas Canarias.
La reproducción del topillo mediterráneo está influida por factores estacionales y ambientales. La temporada de cría suele comenzar en la primavera y puede extenderse hasta el otoño, dependiendo de las condiciones climáticas. Durante esta época, los topillos forman parejas y establecen territorios de cría.
El ciclo reproductivo del topillo mediterráneo incluye varias etapas clave. La hembra puede tener entre 3 y 4 camadas por año, con cada camada compuesta por aproximadamente 3 a 7 crías. La gestación dura alrededor de 20 días, después de los cuales la hembra da a luz en un nido subterráneo, construido con material vegetal y plumas.
Los recién nacidos nacen desnudos y ciegos. Son cuidados exclusivamente por la madre, que proporciona calor y alimento hasta que los jóvenes alcanzan una etapa de desarrollo más avanzada. Los topillos jóvenes permanecen en el nido durante las primeras semanas de vida y comienzan a salir a explorar y alimentarse por sí mismos alrededor de las 3 a 4 semanas.
Una vez que los jóvenes alcanzan la madurez sexual, que suele ocurrir a los 3 a 4 meses de edad, buscan establecer sus propios territorios y reproducirse. La capacidad de reproducción temprana y la alta tasa de natalidad son estrategias adaptativas que ayudan a mantener la población del topillo mediterráneo en su hábitat y producen conflictos con la agricultura.
El topillo mediterráneo es un herbívoro especializado que se alimenta principalmente de vegetación, incluyendo hierbas, raíces, hojas y frutos. Su dieta es variada y estacional, adaptándose a los recursos disponibles en su hábitat durante diferentes épocas del año. En primavera y verano, consume una gran cantidad de hierbas frescas y hojas, mientras que en otoño e invierno, su dieta se basa más en raíces y tubérculos.
Para obtener alimento, el topillo mediterráneo excava túneles, creando un sistema de galerías que le permite acceder a su dieta mientras se protege de los depredadores. Estos túneles también sirven como refugio durante las inclemencias del tiempo. El topillo mediterráneo es un excelente excavador, y sus hábitos de excavación pueden modificar el suelo y la vegetación de su entorno.
En cuanto a sus costumbres, es una especie principalmente nocturna. Durante el día, se refugia en sus túneles, donde mantiene una temperatura estable y le protege de posibles amenazas. La actividad nocturna incluye la búsqueda de alimento y la exploración de nuevos territorios.
Los topillos mediterráneos tiene un comportamiento territorial. Cada individuo o pareja establece un territorio que marca con secreciones glandulares y señales visuales. Estos territorios son defendidos agresivamente contra otros topillos, lo que ayuda a reducir la competencia por los recursos y a mantener una estructura social relativamente estable.
La comunicación entre los topillos mediterráneos se realiza a través de una variedad de sonidos, incluyendo chirridos y gritos. Estos sonidos sirven para advertir a otros topillos de la presencia de un intruso o para atraer a posibles parejas durante la temporada de cría.
ROEDORES Y MICROMAMÍFEROS
Ardilla común (Sciurus vulgaris) | Castor europeo (Castor fiber) | Desmán de los Pirineos (Galemys pyrenaicus) | Erizo europeo (Erinaceus europaeus) | Erizo moruno (Atelerix algirus) | Lirón careto (Eliomys quercinus) | Lirón gris (Glis glis) | Murciélago | Musaraña campesina (Crocidura suaveolens) | Musaraña común (Crocidura russula) | Musaraña de Millet (Sorex coronatus) | Musaraña enana (Sorex minutus) | Musaraña ibérica (Sorex granarius) | Musgaño de Cabrera (Neomys anomalus) | Musgaño patiblanco (Neomys fodiens) | Rata común (Rattus norvegicus) | Rata de agua meridional (Arvicola sapidus) | Rata parda (Rattus rattus) | Topillo campesino (Microtus arvalis) | Topillo mediterráneo (Microtus duodecimcostatus) | Topo ibérico (Talpa occidentalis)