La ballena azul o rorcual azul es el mayor ser vivo sobre la Tierra. En algunos ejemplares se han encontrado longitudes de 33 metros y pesos de 190 toneladas, con tamaños ligeramente superiores en las hembras que en los machos. Estos ejemplares de gran tamaño, observados en los años 30, no han sobrevivido a la caza del hombre. En la actualidad los ejemplares supervivientes alcanzan tamaños más reducidos, de unos 25 metros.
La subespecie que puede encontrarse en las costas canarias y peninsulares es la Balaenoptera musculus musculus. Es fácil confundirla con otra ballena, el Rorcual común, de dimensiones y morfología parecida, pero de un color de piel gris oscuro o negro.
Su vientre muchas veces tiene un color grisáceo o amarillento debido a la presencia de diatomeas (algas) que se adhieren a él. Su parte superior y laterales varían de color desde el azul al gris azulado. Su cabeza es muy alargada y fina (aproximadamente un tercio de la longitud total del animal), más en su parte superior, con presencia de rayas longitudinales en la garganta. Es el balénido con barbas más largas en su boca (50 cm. de ancho por 100 de longitud). Al no tener dientes es un misticeto. Las barbas cuelgan de la mandíbula superior y sirven para filtrar los crustáceos del agua.
En la parte superior de la cabeza cuentan con dos orificios, llamados aventadores, que les sirven para respirar. Con frecuencia expulsan aire y agua por los aventadores provocando columnas de agua vaporizada de hasta 9 metros de altura.
La identificación de los ejemplares se hace muchas veces por catalogación de fotografías de sus aletas dorsales, que son proporcionalmente pequeñas, y diferentes en cada individuo.
Su ritmo cardíaco en momentos de esfuerzo es de tan sólo 18 a 20 pulsaciones por minuto, en contraste con las 120 normales en los humanos en parecidas circunstancias. En los segmentos más anchos de las arterias de una ballena azul una persona alta podría permanecer de pie (1,80 m. de diámetro).
Las ballenas azules viven hasta 90 años en buenas condiciones. Sin embargo debido a su caza la media de edad es de 25 años.
Pueden encontrarse --en sus diferentes subespecies-- en los océanos de todo el planeta. En las proximidades de España pueden encontrarse en el Cantábrico y sobre todo en las Islas Canarias (oeste y sudoeste de la isla de Tenerife) durante el invierno. En el verano migran a aguas árticas.
La población estimada para el Atlántico norte es de sólo 400 individuos.
Las ballenas azules son maduras sexualmente a los 5 años. La época de aparemiento en el hemisferio norte ocurre en otoño e invierno.
Los acoplamientos son breves y están precedidos de complejos rituales de cortejo, entre los que no falta competencia entre los machos, que no es mortal. La decisión de la hembra parece estar basada tanto en estos rituales como en la habilidad en el canto del macho.
El periodo de gestación es de entre 10 y 11 meses, tras el cual nace un ballenato de entre 6 y 7 metros de longitud y 3 toneladas de peso. El ballenato mama durante siete meses. La hembra no vuelve a ser sexualmente activa hasta pasados dos o tres años del último parto.
El alimento de las ballenas azules es el krill (crustáceo). Las ballenas azules pueden consumir tres toneladas (3.000 Kg.) de crustáceos por día (entre el 2 y el 4% del peso vivo). También pueden consumir pequeños peces (sardinas, anchoas y arenques), dependiendo de la zona geográfica y la época del año.
Las ballenas azules pueden moverse a una velocidad que excede los 30 Km/h., aunque normalmente se mueven a velocidades por debajo de los 10 Km/h. En ocasiones los individuos más jóvenes realizan espectaculares saltos fuera del agua.
Pueden sumergirse durante treinta minutos a profundidades de hasta 150 metros, aunque suelen alimentarse en profundidades de hasta 100 metros.
Las ballenas azules suelen encontrarse comunmente como individuos solitarios o en parejas. Se agrupan en lugares establecidos durante la época de apareamiento. Las hembras pueden formar grupos durante la cría. Se han observado grupos conjuntos de hembras de ballenas azules y rorcuales comunes para llevar a cabo esta función.
Se ha investigado mucho sobre los cantos de las ballenas, pero es poco lo que se conoce hasta ahora con seguridad. Hasta el momento parece claro que las ballenas utilizan sus cantos como un medio de comunicación y que su capacidad está aún por ser descubierta. Según algunos estudios los cantos de una ballena grande (por ejemplo la ballena azul) podrían ser escuchados y entendidos por otros individuos a una distancia de 4.000 Km. con lo que las ballenas dispondrían de la más extensa y antigua red de comunicaciones sobre la tierra.
Es evidente que no se trata de un lenguaje articulado parecido al humano, pero también es claro que se trata de un lenguaje de algún tipo. Varias especies de cetáceos disponen de "firmas" que identifican a un individuo y que estos emplean para presentarse a otros congéneres y responder sus llamadas, al modo de los nombres humanos.
En el caso de la ballena azul los cantos son extremadamente lentos y monótonos.
En el último año (2000) se han desvelado informes de la Marina de los EEUU en los que se reconocía que los sonidos producidos por su flota de submarinos atómicos coinciden en alguna parte con los rangos de frecuencias utilizados por las ballenas, y que esa coincidencia podría tener alguna relación con los varamientos de ballenas en todo el mundo.
Para oír el canto de la ballena azul, pulsa aquí (WAV, 232Kb). Ten en cuenta que en esta grabación el sonido está acelerado a 10 veces su velocidad normal.
MAMÍFEROS MARINOS
Ballena azul (Balaenoptera musculus) | Cachalote (Physeter macrocephalus) | Calderón común o ballena piloto (Globicephala melas) | Delfín común (Delphinus delphis) | Delfín mular (Tursiops truncatus) | Foca monje (Monachus monachus) | Orca (Orcinus orca) | Rorcual común (Balaenoptera physalus)