por Jano Creaciois
El turón es un mamífero carnívoro de mediano tamaño que pertenece a la familia de los mustélidos. Su cuerpo es delgado, alargado y flexible, con la cabeza pequeña, ancha y aplastada. Las orejas son pequeñas y junto con el hocico, acaban de forma redondeada.
La cola está muy poblada y aproximadamente mide la mitad de la longitud de la cabeza y el cuerpo juntos. Sus patas son cortas y las traseras poseen 5 dedos con fuertes uñas. Puede medir entre 30 cm. a 50 cm., más la cola que mide entre 10 y 19 cm. El peso de los machos varía entre 1 y 1,2 kg. y el de las hembras entre 650 y 850 gramos, con lo cual queda en evidencia que los ejemplares masculinos son de mayor tamaño y peso que los femeninos. Las hembras poseen 8 glándulas mamarias para alimentar a sus pequeños durante la primera época de su vida.
La coloración de su espalda es marrón oscuro con tonos amarillentos, la de los costados es más clara y la del vientre es más oscura. En el hocico tiene dos rayas blancas que pasan por sus ojos oscuros y por sus orejas, simulando un característico antifaz. El borde de las orejas y el contorno de la boca es blanquecino.
La dentadura que poseen consta de 34 dientes, teniendo en la mandíbula superior 6 incisivos, 2 colmillos, 6 premolares y 2 muelas, y en la inferior, 2 muelas más.
Generalmente los turones tienen una esperanza de vida que suele finalizar a los 7 u 8 años.
La impresión de la huella de turón puede presentar 4 ó 5 dedos con sus uñas que suelen aparecer claras dependiendo de la consistencia del terreno. Son parecidas a las de la garduña o la marta, pero de menor tamaño. La delantera mide entre 3 y 4 cm. de longitud por una anchura de entre 2´5 y 4 cm. y la trasera, que es más larga, mide de 4 a 4´5 cm. por un ancho que varía entre 2,5 y 4 cm. En terrenos nevados, puede apreciarse la huella de la cola.
Los excrementos son largos y de color más o menos oscuro dependiendo de lo que haya comido. Cuando son duros tienen forma de embutido retorcido y acabado en punta y miden entre 6 u 8 cm de longitud y 9 mm de grosor (por lo tanto son algo menores que los de marta y garduña). Si el animal comió peces o ranas, las deyecciones son fofas y bastante líquidas. Tienen un olor fétido muy desagradable. Como excepción a la mayoría de los mustélidos, no los deposita en lugares prominentes para marcar su territorio, sino que los abandona en caminos o en una letrina discreta cerca de su madriguera en la que a veces se observa arañado el suelo. Estas deyecciones pueden estar compuestas por pelo, plumas, trozos de hueso, semillas, caparazones de crustáceos, restos de bayas, etc.
Emite varios sonidos como unos fuertes "qué qué qué", o un agudo y ruidoso grito cuando alerta a las crías. También bufa, gruñe, silba y, cuando está excitado o asustado, chilla.
El turón vive en zonas boscosas o cubiertas de maleza, próximas al agua, aunque también lo hace en bosques claros, praderas húmedas, terrenos rocosos, prados encharcados, etc. En general se puede decir que habita todos los terrenos ricos en "escondrijos".
En invierno se acerca mucho a las casas, pudiendo instalarse en construcciones humanas abandonadas o poco frecuentadas, mientras que en verano se encama en cercanías de arroyos, huecos de árboles viejos situados en la base, cuevas o madrigueras. Su territorio normalmente no sobrepasa los 2 Km., en el cada día suele desplazarse utilizando los mismos caminos. Dentro de ese territorio, instala su madriguera, la cual construye bajo tierra, muy por encima del nivel de las aguas, para evitar que se inunde con las crecidas de los ríos, y tiene varios respiraderos. La entrada principal suele partir de una roca o viejos tocones.
Su distribución dentro de la Península Ibérica abarca todo el territorio.
Sufre un descenso de población debido sobre todo a la pérdida de su hábitat por incendios, desertización y eliminación de las zonas húmedas en que vive.
Esta especie está incluida en el capítulo III del Convenio de Berna por lo que se considera que su supervivencia pudiera estar amenazada de no tomarse medidas para su conservación. Asimismo figura como clasificada de "insuficientemente conocida" según la Lista Roja de los vertebrados españoles, publicada por ICONA.
El turón, debido a su alimentación, colabora enormemente a la reducción de roedores, abejorros, reptiles, etc.
En el transcurso de los meses de febrero y marzo, incluso en abril, los turones entran en celo. Se reunirán varios machos y se pelearán revolcándose e incluso mordiéndose al tiempo que emiten ruidosos chillidos, sin preocuparse por ser descubiertos. El macho ganador copulará con la hembra, mordiéndola en el cuello y emitiendo toda clase de chillidos y ruidos.
El periodo de gestación dura 6 semanas, tras las cuales tiene lugar el parto, normalmente de 3 a 7 crías pudiendo llegar hasta 12, que viene siendo entre los meses de abril y junio, siendo mayo el mes más común. Si la madre intuye peligro, traslada a las crías, una a una a otro cubil más seguro.
Las crías nacen ciegas y sin apenas pelo, presentan un color grisáceo y el antifaz no aparecerá hasta pasadas 3 semanas. Abren los ojos entre la 2ª y la 5ª semana, y continúan mamando hasta transcurridas entre 4 y 7 semanas. Durante el verano se les puede ver junto a la madre que los está adiestrando.
En septiembre u octubre, cuando los jóvenes turones cuentan con 2 meses y medio o tres meses de vida, se independizan, instalándose en madrigueras cercanas.
Alcanzarán la madurez sexual cuando tengan una edad comprendida entre los nueve meses y los dos años.
Se alimenta principalmente de todo tipo de anfibios, pájaros pequeños, ratas, ratones, topos, ratas de agua, musarañas, lagartos y lagartijas, conejos y liebres, y en menor cantidad, peces, miel, reptiles, frutos, insectos con sus larvas, aves domésticas, etc. En los huevos practica un orificio por donde sorbe el contenido. En las orillas de los ríos, se encuentran bastantes restos de comida, como cabezas de sapo o esqueletos de ranas.
El turón es un depredador ágil y poderoso que posee una vista muy aguda y un buen olfato, destacando su excepcional oído. Se desplaza a saltos lentos y cortos arqueando mucho la espalda, de una forma característica. Nada y bucea perfectamente, salta con destreza y, aunque sabe trepar, le disgusta hacerlo y lo hace mal.
Con excepción de la época de celo y la época de cría, el turón es un animal solitario, de costumbres crepusculares y nocturnas, aunque se le ve de día durante la época de celo y sobre todo cuando el sol está en lo alto, ya que le gusta calentarse. No está sujeto a un periodo de hibernación, por lo que se le ve durante todo el año.
Se introduce para cazar en galerías de roedores y conejos, puesto que su cuerpo puede colarse por agujeros de unos 6 u 8 cm. de diámetro, pudiendo instalarse luego en las madrigueras ocupadas, ya que aunque sabe cavar bien, suele vivir en cubiles excavados por otros animales.
Durante sus correrías examina todos los pasadizos existentes entre la espesa maleza, así como los huecos que encuentre entre las raíces de árboles, rocas, muros, etc.
De las aves que captura, abandona restos, y cuando come huevos, les practica un agujero por el que sorbe el contenido, pudiendo quedar marcas de los colmillos con una separación de 1,3 a 1,5 cm.
Entre los enemigos con los que cuenta el turón, nos encontramos a diversas aves rapaces, tanto diurnas como nocturnas, a las grandes culebras, y a los mamíferos carnívoros de mayor tamaño que él.
PEQUEÑOS CARNÍVOROS
Armiño (Mustela erminea) | Comadreja (Mustela nivalis) | Garduña (Martes foina) | Gato montés (Felis silvestris) | Gineta (Genetta genetta) | Marta (Martes martes) | Meloncillo (Herpestes ichneumon) | Nutria (Lutra lutra) | Tejón (Meles meles) | Turón (Mustela putorius) | Visón europeo (Mustela lutreola) | Zorro (Vulpes vulpes)