InicioInsectos y ArácnidosDípteros › Mosquito (varios géneros y especies)
Vídeo

Mosquito
varios géneros y especies

Características

Culex pipiens hembra
Foto: AfroBrazilian en Wikipedia
Culex pipiens hembra

Los mosquitos son insectos pertenecientes a la familia Culicidae, ampliamente distribuidos en todo el mundo y conocidos principalmente por su capacidad para transmitir diversas enfermedades a los seres humanos y otros animales.

Los mosquitos, como miembros del orden Diptera, son insectos de dos alas. Tienen un cuerpo delgado dividido en tres partes principales: cabeza, tórax y abdomen. Estas características morfológicas son comunes a la mayoría de las especies de mosquitos:

Culex pipiens hembra
Foto: E. A. Goeldi (1905) en Wikipedia
Macho (izquierda) y hembra (derecha) de mosquito del género Culex. Aunque ambos sexos son parecidos, los mosquitos del género Culex, y en general todos los mosquitos, pueden distinguirse por diferencias en el aparato bucal y sus antenas. Como puede verse en la lámina, las hembras tienen antenas con pelos menos tupidos y una única probóscide especializada para la perforación de la piel; los machos tienen antenas más tupidas y un aparato bucal más complejo con otros dos palpos laterales para la absorción de néctar.

Los mosquitos experimentan un ciclo de vida que incluye cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Estas etapas son importantes para entender la ecología y las estrategias de control de mosquitos.

En la Península Ibérica y sus islas, existen varias especies de mosquitos, algunas de las cuales son endémicas. Las más comunes y relevantes desde un punto de vista de salud pública incluyen:

Culex pipiens macho
Foto: Volkmar Becher en Wikipedia
Culex pipiens macho
Aedes albopictus hembra
Foto: CDC en Wikipedia
Aedes albopictus hembra
Anopheles atroparvus hembra
Foto: CDC en Wikipedia
Anopheles atroparvus hembra

Hábitat

Los mosquitos están presentes en una amplia gama de hábitats, desde humedales y marismas hasta entornos urbanos y semiurbanos. La distribución de mosquitos en la Península Ibérica, Islas Baleares e Islas Canarias está influida por factores climáticos, disponibilidad de agua estancada, y la presencia de flora y fauna que les sirve de alimento o refugio.

En la Península, con su variada geografía y clima, existen una diversidad de hábitats adecuados para los mosquitos. Las zonas costeras, por su clima mediterráneo, son especialmente propicias para la proliferación de mosquitos como Aedes albopictus y Culex pipiens. Las áreas más húmedas, como humedales y marismas del sur de España (por ejemplo, Doñana), son el hogar de especies como Anopheles atroparvus.

Las Islas Baleares son un lugar idóneo para la existencia de mosquitos; en particular Aedes albopictus se ha establecido en esta región, favorecido por la presencia de agua estancada en recipientes artificiales, como macetas y depósitos de agua.

A diferencia de la Península y Baleares, las Islas Canarias tienen un clima más subtropical, con variaciones significativas entre las islas. La distribución de mosquitos aquí es más limitada, pero aún se encuentran especies como Culex pipiens especialmente en áreas más húmedas y densamente pobladas.

En cuanto a la distribución por especies:

Reproducción

Larvas de Culex pipiens
Foto: James Gathany, CDC en Wikipedia
Larvas de Culex pipiens

El ciclo de vida de los mosquitos está compuesto por cuatro etapas principales: huevo, larva, pupa y adulto. Este ciclo es esencial para entender tanto su biología como las estrategias de control de la población.

  1. Fase de huevo: Las hembras adultas depositan sus huevos en la superficie del agua estancada. Dependiendo de la especie, estos huevos pueden ser depositados individualmente o en masas conocidas como balsas. Los huevos de especies como Aedes albopictus son especialmente resistentes y pueden sobrevivir períodos de sequía prolongados, lo que les permite eclosionar cuando el agua vuelve a estar disponible.
  2. Fase de larva: Después de la eclosión, las larvas emergen y comienzan a alimentarse de microorganismos presentes en el agua. Esta etapa es acuática y es crucial para el desarrollo del mosquito, ya que las larvas pasan por cuatro mudas antes de convertirse en pupas. Durante esta fase, las larvas son muy activas y nadan en el agua utilizando movimientos bruscos de su cuerpo.
  3. Fase de pupa: Se trata de una fase de transformación, en la cual la larva se convierte en adulto. Aunque las pupas no se alimentan, son móviles y pueden responder a estímulos externos. Este proceso culmina con la emergencia del mosquito adulto, que surge de la pupa y comienza a volar en busca de alimento y pareja.
  4. Fase de adulto: Una vez que los mosquitos alcanzan la etapa adulta, las hembras se alimentan de sangre para obtener los nutrientes necesarios para la producción de huevos, mientras que los machos se alimentan de néctar. Después de una cópula la hembra buscará un lugar adecuado para depositar sus huevos, completando así el ciclo de vida.

Alimentación y costumbres

La alimentación y las costumbres de los mosquitos varían entre las especies y están íntimamente ligadas a su ciclo de vida y comportamiento reproductivo.

Los mosquitos adultos tienen diferentes hábitos alimenticios dependiendo de su sexo:

Muchas especies de mosquitos son crepusculares o nocturnas, es decir, están más activas al amanecer y al anochecer. Esto les permite evitar la falta de humedad durante el día y aumentar sus posibilidades de encontrar un huésped para alimentarse.

Los mosquitos tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, lo que les permite detectar el dióxido de carbono, el calor corporal y otros compuestos químicos emitidos por sus posibles huéspedes a varios metros de distancia. Este sentido es crucial para que las hembras encuentren fuentes de sangre.

Los mosquitos son conocidos por su persistencia. Una vez que han identificado un posible huésped, harán varios intentos para alimentarse, lo que los convierte en vectores eficaces de enfermedades.

El comportamiento alimenticio de los mosquitos, especialmente de las hembras, tiene un impacto significativo en la salud humana, ya que son vectores de enfermedades graves como la malaria, el dengue, la fiebre del Nilo Occidental y el zika. En la Península Ibérica, el riesgo de transmisión de estas enfermedades es relativamente bajo, pero no inexistente, especialmente con la llegada de especies invasoras como Aedes albopictus.

Curiosidades

Vídeo

COMPARTE FAUNA IBÉRICA

ESTAMOS EN:

RSS Mastodon Twitter

Servidor monitorizado por:
Servidor monitorizado por Minos TN