La carabela portuguesa es un organismo complejo, a menudo descrito como una medusa, aunque en realidad es una colonia de pólipos de hidroides que viven en simbiosis.
Se distingue por su estructura flotante, que incluye un flotador en forma de vela, que puede alcanzar hasta 30 cm de altura y 15 cm de ancho. Este flotador es de color azul a púrpura y permite que el organismo flote en la superficie del agua, aprovechando las corrientes marinas.
Bajo el flotador se encuentran los tentáculos, que pueden extenderse hasta 10 metros o más. Estos tentáculos son muy delgados y están cubiertos de nematocistos, células urticantes que les permiten capturar presas y defenderse de depredadores.
La carabela portuguesa carece de un sistema nervioso central y en su lugar tiene una red de células nerviosas, lo que le permite responder a estímulos de manera eficiente.
La coloración de la carabela varía, presentando tonos azules, morados y transparentes, lo que la hace visualmente atractiva pero también peligrosa para los bañistas y otros animales marinos.
Se la encuentra en aguas tropicales y templadas de todo el mundo. En la Península Ibérica está presente tanto en la costa atlántica como en la mediterránea.
En la costa atlántica de España y Portugal, la carabela portuguesa es más común en épocas de viento y corrientes que la arrastran hacia las playas. Su presencia ha aumentado en años recientes, lo que ha llevado a emitir advertencias para los bañistas debido a sus picaduras, que pueden ser muy dolorosas.
Las Islas Baleares también han experimentado avistamientos de carabelas portuguesas, especialmente durante los meses de verano. Las corrientes del Mediterráneo a menudo traen estas especies a las costas de Mallorca, Menorca e Ibiza, donde pueden aparecer en gran número, lo que representa un riesgo para los nadadores.
En las Islas Canarias, la carabela portuguesa es menos frecuente que en la Península Ibérica y las Baleares, aunque ocasionalmente se han reportado avistamientos. La variabilidad en su presencia se debe a factores como las corrientes oceánicas y la temperatura del agua.
La reproducción de la carabela portuguesa es un proceso fascinante y complejo que involucra varias etapas:
La reproducción de la carabela portuguesa es altamente dependiente de las condiciones ambientales, lo que puede influir en la dinámica de sus poblaciones en la Península Ibérica.
La carabela portuguesa es un depredador efectivo en el ecosistema marino. Su alimentación se basa en una dieta de:
INVERTEBRADOS MARINOS