Salir al campo (II): Prepararse

Salir al campo sin haber preparado adecuadamente la salida puede convertirse en una experiencia frustrante. Para evitarlo tienes que haber tenido en cuenta ciertos aspectos importantes antes de salir de casa. Aquí te explicamos cómo hacerlo.

Una vez que estés en el punto de destino tu atención debe estar puesta en el objetivo naturalista que te haya llevado allí. No puedes dedicarte a resolver problemas o, peor aún, a aprender a resolver un problema. Por eso es importante hacer una labor previa de preparación de la salida al campo, para que tus energías y tu tiempo se concentren en lo importante y todo salga bien.

Establece un objetivo

Avutarda. Fuente: Wikipedia

No es infrecuente que visites una zona simplemente para hacer una prospección y obtener una impresión general de cuáles son sus principales intereses naturalistas pero, cuanto más vayas al campo, más probable será que tus visitas tengan un objetivo concreto: fotografiar una determinada especie de pájaro, detectar rastros de un mamífero o evaluar la densidad de población de un roedor. Es posible que una misma salida tenga más de un objetivo.

Nuestra recomendación es que no salgas al campo simplemente "a ver qué pasa", sino que establezcas uno o más objetivos que te permitan estudiar tus posibilidades previamente e ir directo al grano cuando estés sobre el terreno. Ésa es la forma de obtener resultados, de conseguir respuestas que satisfagan intereses concretos.

Un objetivo común a todas la salidas: documentar. Ya sea en forma de apuntes, dibujos, anotaciones en una hoja de cálculo, fotografías, sonidos, vídeos, colecciones de coordenadas geográficas describiendo rutas. No dejes de documentar o en algún momento en el futuro te arrepentirás. Y también funciona al revés: si documentas, al paso de los años dispondrás de un considerable volumen de información que te gustará revisar y te será útil en ocasiones en las que quieras volver a estudiar un tema o una especie concreta.

Pero también un consejo: sé prudente con quién compartes tus hayazgos, porque no todo el mundo tiene el mismo interés que tú en la conservación de la naturaleza, y no sería la primera vez que una información bienintencionada acaba en un delito contra el medio ambiente. Publicar localizaciones precisas de citas de especies en redes sociales o en lugares públicos no es una buena idea. Durante la Segunda Guerra Mundial los británicos tenían un eslogan: "Loose lips sink ships" ("Los labios descuidados hunden barcos"). Pues eso.

Conoce el terreno por adelantado

Bosque mediterráneo. Fuente: Wikipedia

Con suficiente antelación a tu salida, obtén un mapa de la zona que vas a recorrer, estúdialo y establece tu ruta. Adquiere toda la información disponible, incluyendo los senderos, las inclinaciones del terreno, la vegetación del lugar. Para ello te resultarán muy útiles diferentes servicios de mapas públicos. Te recomendamos especialmente Open Street Map, con su capa de cicloturismo. No hay que olvidar las fotos de satélite que pueden dar información valiosa sobre el tipo de vegetación y su densidad.

El conocimiento del terreno te permitirá evaluar qué áreas son más favorables para cumplir tu objetivo, y con qué dificultades puedes encontrarte. ¿Es una zona boscosa, de matorral bajo o despejada? ¿Es llana o inclinada? ¿Cuál es el rango de altitudes? ¿A qué distancia tengo que dejar el coche y comenzar a andar antes de llegar allí? Todos esos datos tienen incidencia en el esfuerzo que tengas que hacer y en el equipo que puedas necesitar.

¿Qué ecosistema estoy buscando: un bosque, un río, una estepa cerealista? ¿Qué áreas son las que mejor me van a permitir cumplir mi objetivo? ¿En qué lugares puedo esperar encontrar la especie que busco? ¿Cuántas de esas áreas hay en esa zona? ¿Debo concentrarme en una y dejar las demás para otro día o una misma salida me va a permitir inspeccionar todas ellas? ¿Hay lugares privilegiados para la observación?

Emergencias

La seguridad es siempre lo primero. Siempre hay que tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad propia y la de todos los que nos acompañan. Un miembro del grupo que corre riesgos innecesarios no es un buen compañero para nadie.

Una emergencia es cualquier suceso imprevisto que reclame tu atención y te aparte de tu objetivo. Estas situaciones pueden variar desde un compañero de salida que se ha roto una pierna y requiere evacuación, al hayazgo de un animal que pueda haber muerto por envenenamiento o encontrarse por sorpresa cara a cara con un animal.

Grupo de marcha. Fuente: Wikipedia

Aunque como puedes ver la variedad de situaciones es muy grande, lo más importante es mantener la cabeza fría y no tomar decisiones estúpidas. Para ello nuestro mejor consejo es que, con anterioridad a que alguna de estas situaciones suceda, repases mentalmente en tu cabeza, tranquilamente en tu casa, los diferentes escenarios que se te puedan presentar. El mero hecho de haber meditado con antelación sobre una situación hará que ésta no sea nueva para ti, y que la puedas afrontrar con mejores posibilidades de éxito. Incluso si la emergencia no es una para la que te hayas preparado antes mentalmente, esta técnica te servirá para mantenerte frío y eficiente en la resolución de la misma.

¿Hay un herido en tu equipo? Evalúa si la situación permite que tú mismo lleves al herido a un centro de urgencias o es necesaria ayuda médica especializada. Asegurate de que el herido está seguro y a resguardo del sol/lluvia/viento/frío/calor. ¿Qué puedes necesitar? Un teléfono móvil, el número de emergencias (112), la posición geográfica en la que te encuentras (¿dispones de un GPS?), la descripción exacta de la herida. Contacta con el número de emergencias y describe de forma calmada y objetiva la situación. Da todos los datos necesarios, sin abrumar al personal de emergencias. Si necesitan más información te la pedirán. No malgastes la batería de tu móvil porque puedes seguir necesitándola. ¿Es difícil la localización debido a la oscuridad? Mira si dispones de una linterna o de un chaleco reflectante que puedas utilizar como bandera de señales, etc.

Si encuentras un animal muerto con síntomas de envenenamiento (normalmente en posición encorvada, con el abdomen tenso), ¿tienes registrado entre los contactos de tu teléfono móvil el número de SOS Veneno (900 713 182)? ¿Puedes reconocer la especie del animal? ¿Hay otros animales muertos en las inmediaciones? ¿Dispones de un GPS para informar la posición exacta? No toques el animal. Llama a SOS Veneno y proporciona toda la información de la forma más precisa posible. Saca una foto del animal y sus alrededores. Si te es posible y conveniente, espera a que el personal de SOS Veneno llegue.

¿Te encuentras cara a cara con un jabalí? ¿Tienes ruta de escape? ¿Tiene él ruta de escape? No hagas movimientos bruscos ni hagas nada que pueda hacer pensar al animal que vas a agredirle. No te interpongas nunca entre un animal y sus crías. No corras dándole la espalda al animal. Retírate lentamente andando hacia atrás con todo el cuidado para no tropezar. Si ves que la situación lo permite — ¿por qué no? — saca una foto del bicho.

Lo más importante es tener una preparación mental que nos permita afrontar con éxito una situación peligrosa. Los estudios que se han realizado sobre situaciones de emergencia o de rescate demuestran que hay un porcentaje alto de personas que mueren innecesariamente sólo porque tomaron la decisión incorrecta o porque estaban demasiado bloqueadas como para reaccionar.

Siempre es importante hacer recuento de todos los recursos materiales, ventajas ocasionales y recursos intelectuales, y utilizarlos racionalmente para afrontar bien una situación comprometida. Hay que mantener la moral alta y la cabeza fría. En caso de que tu moral decaiga piensa en los tuyos y eso te dará un buen motivo para salir adelante.

El equipo sólo es tan bueno como tú lo seas

Receptor GPS. Fuente: Wikipedia

Todos conocemos casos de personas que se empeñan en comprarse la mejor cámara, la bici último modelo o los prismáticos de más alta gama, para luego utilizarlos una vez y mal, antes de que queden abandonados para siempre por la impericia de su dueño. Es dinero malgastado y, lo que es peor, oportunidades malgastadas.

Sea malo, regular, bueno o muy bueno, tu equipo no vale más de lo que tú sepas hacer con él. Y eso quiere decir que tienes que dedicarle tiempo a aprender a utilizarlo, y a utilizarlo bien. Tienes que poder utilizarlo de la forma más eficiente posible y que ello te sea completamente natural.

Esto requiere tiempo y esfuerzo en casa, en un jardín, en un parque, leyendo instrucciones, haciendo pruebas, repitiendo las pruebas, haciendo nuevas pruebas, comparando, repitiendo las pruebas, aprendiendo lecciones (y anotándolas) y vuelta a empezar.

Con algunos elementos del material esto será más sencillo, como es el caso de los prismáticos, pero con otros (por ejemplo la cámara, el GPS o los sistemas GIS) puede requerir considerablemente más esfuerzo. No desesperes e invierte el tiempo y el esfuerzo que cada cosa requiera, porque cuando estés en el campo, si no sabes cómo sacar partido a tu equipo, será una pena y una frustración.

Piensa una cosa: los prismáticos que tú utilizas hoy, la lupa, el microscopio o la cámara, son muchísimo más avanzados que los que podían utilizar en su tiempo naturalistas como Cook, Darwin o Bermis. Ellos hicieron ciencia de primera línea con mucho menos de lo que tú tienes ahora. No te importe que tu equipo sea de gama baja, pero sí preocúpate de adquirir las habilidades para manejarlo bien.

Información, información, información

Si hay algo de lo que no carece la sociedad actual es de información. Antes de salir al campo para visitar una zona, intenta obtener toda la información que puedas sobre la misma. En un punto anterior hablábamos de los mapas, pero hay mucha más información valiosa disponible.

Las relaciones entre los naturalistas y los cazadores no son siempre óptimas. La caza es una actividad peligrosa — especialmente para los animales, pero también puede serlo para los naturalistas — por lo que si vamos a un lugar donde se practica debemos comprobar antes las fechas en las que se ha autorizado y evitarlas.

Infórmate de los días de caza en tu comunidad autónoma. Es más seguro evitar los días de caza. No en todos los lugares se permite la caza en los mismos días. La web de las comunidades autónomas suelen disponer de calendarios anuales de apertura de veda y de media veda. Si aun así estás dispuesto a salir al campo en un día de caza, no dejes de ponerte un chaleco reflectante para evitar accidentes.

No dejes de consultar la previsión del tiempo para el lugar al que te diriges, con 24 horas o menos de tu partida. Las previsiones a más de tres días vista no son fiables, así que necesitarás hacer la consulta en un momento más próximo a tu partida. Si el tiempo ha variado, reconsidera si las condiciones aún permiten tu salida y si debes variar de alguna forma tu vestimenta o tu equipo.

Si vas a utilizar transporte público, ten en cuenta también las posibles incidencias en los diferentes medios. Las webs de las empresas de transporte te serán muy útiles para ello.

Piensa también que no estás solo. Por suerte hay un buen número de organizaciones naturalistas en España. Si formas parte de ellas encontrarás a personas afines que han trabajado antes sobre los mismos temas que te interesan. Ellos pueden ser también una fuente de información muy interesante sobre una zona o especie.

No vayas solo y avisa de dónde vas a estar

Hace unos años, en un invierno en el que un joven montañero se había perdido en el Sistema Central, los medios informaban de que "el joven de 15 años iba solo, pero que era un montañero experimentado y se esperaba encontrarlo con vida". Afortunadamente el joven montañero fue rescatado al día siguiente, pero a muchos nos dejó perplejos la pretensión de que alguien con 15 años pueda ser un montañero experimentado y menos aún que un montañero experimentado pueda ir solo a la montaña.

La moraleja de la historia es que, puesto que los accidentes pueden ocurrir en cualquier sitio, y el campo es un lugar frecuentemente solitario, es siempre necesario ir acompañado por otras personas y, además, dejar dicho a algún familiar o amigo dónde vamos a ir. En el caso de que haya algún problema, alguien debe poder ayudarnos, tanto en nuestro grupo como en remoto.

Antes de salir

La noche antes de salir, asegúrate de que llevas en tu mochila todo el equipo necesario y que está en buen uso. Presta especial atención a la carga de tu teléfono móvil y las baterías de la cámara de fotos y el GPS, en caso de que los vayas a utilizar. Evalúa bien el calzado y ropa que vas a llevar.

El coche y la bici son también dos importantes piezas de tu equipo. Tienen que estar en perfecto estado de funcionamiento para tu salida. Asegúrate de que las ruedas, los frenos, las luces y cualquier otro elemento importante funciona a la perfección.

No dejes de consultar la información meteorológica antes de salir para comprobar si ha habido algún cambio en la previsión que pueda afectar a tu salida.

Equiparse

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