La salamanquesa rosada, también llamada salamanquesa costera, es un gecónido de unos 10 a 12 centímetros de longitud y características similares a la salamanquesa común, pero con una coloración rosácea y un vientre translúcido.
Su dorso es moteado, con manchas anaranjadas y rojizas. La cola está anillada, en bandas claras y oscuras. Su piel es más lisa que la de la salamanquesa común.
Tiene ojos grandes, sin párpados, y con pupilas verticales.
En los extremos de sus dedos dispone de almohadillas adhesivas, que le permiten trepar por cualquier superficie vertical. Además pueden apreciarse claramente uñas en los extremos de cada uno de sus dedos.
Habita en todo el Mediterráneo. En la Península se la encuentra en todo el litoral levantino, Cuenca del Ebro, Baleares, Andalucía, Extremadura y sur de Portugal. En las Islas Canarias se ha observado al menos en Gran Canaria y Tenerife.
No está tan ligada a la presencia humana como la salamanquesa común.
A diferencia de otros anfibios y reptiles, parece tener una más alta resistencia a la presencia de pesticidas.
Esta especie se ha extendido, como invasora transportada por los barcos, por el sur de los Estados Unidos, Caribe y Centroamérica.
Su reproducción ha sido poco estudiada.
Desde abril a agosto los machos emiten un sonido parecido a un «clic» para atraer a las hembras, las cuales responden a la llamada.
Durante la cópula se registran mordiscos nupciales, con un mayor éxito reproductivo ligado a la fuerza del mordisco.
Las hembras pueden conservar hasta cinco meses el esperma del macho en una bolsa especializada llamada infundibulum, y fertilizarse tiempo después de que haya tenido lugar la cópula. Se supone que las puestas son de dos huevos.
Los padres no cuidan de las crías tras la eclosión de los huevos y, en ocasiones, muestran incluso actitudes violentas hacia éstas.
Es una especie exclusivamente insectívora. Se alimenta principalmente de grillos, saltamontes, cucarachas, arañas, escarabajos, polillas, mariposas y hormigas. Se sabe también que depreda sobre avispas que tienen sus nidos enterrados.
Su actividad tiene lugar principalmente durante la noche.
Al igual que ocurre con la salamanquesa común, tiene tolerancia a la presencia de otros individuos de su propia especie, por lo que a veces se la observa en grupos. Los juveniles sin embargo tienden a evitar la presencia de los adultos.