Habita en zonas semidesérticas, estepas, estepas de bosque, praderas, grandes áreas de frutales, cultivos de secano.
Se mueve entre las zonas templadas y tropicales de Europa y África, donde cría, y el sureste asiático, sur y levante de la Península Ibérica, Magreb y África subsahariana, donde pasa los inviernos.
La abubilla incuba en huecos de árboles podridos, en graneros, tejados, en montones de madera, en franjas de terreno de escaso arbolado, también en las grietas de las rocas, en muros, en pozos, incluso en aquellos en los que diariamente beben los rebaños; también en montones de piedras y paredes arenosas. Se ha encontrado su nido hasta dentro de un cráneo de caballo.
La cavidad que alberga el nido es diferente cada año, siendo poco acomodada con tallos y hojas mustias. En el sur la época de cría empieza en marzo; en Europa central a mediados de mayo. En las regiones sureñas puede tener lugar una segunda puesta en julio.
Al principio sólo incuba la hembra, siendo alimentada por el macho, de 5 a 10 huevos; hacia finales de la incubación puede colaborar en el trabajo el macho y les ocupa unos 16 a 18 días. En ocasiones hacen dos puestas anuales.
Los polluelos salen del cascarón sin apenas plumón. Los jóvenes, y también la hembra durante la incubación, desprenden una secreción defensiva pestilente de sus glándulas uropigiales; además los jóvenes se defienden con una rociada de heces dirigida contra el agresor. Esto, junto con la nula limpieza del nido, les ha ganado el apodo de "aves apestosas" y su nombre común en algunos idiomas (por ejemplo, en catalán se llama "puput", que se refiere tanto al canto como al olor puesto que "put" significa "huele mal"). Los polluelos permanecen entre 22 y 24 días en el nido, siendo alimentados con insectos. Después de aprender a volar, siguen todavía un corto espacio de tiempo con la familia, hasta que ya no necesitan recibir el alimento de los progenitores. Pronto resultan idénticos a los adultos.
Se alimenta de insectos, sobre todo saltamontes y, sorprendentemente, muchos grillos. Es fácil verlas en el suelo buscando larvas bajo los guijarros. También se alimenta de crisálidas de procesionaria del pino y orugas recién enterradas, larvas de coleópteros elatéridos (gusanos de alambre), hormigas, dípteros y sus larvas. Se atreve con los grandes miriápodos, como la escolopendra, y no desdeña arañas, caracoles y lombrices. Las presas son descompuestas a picotazos, a menudo lanzadas al aire y luego capturadas con tanta habilidad que resbalan dentro de la boca de la abubilla.
En septiembre, las abubillas, en solitario o en pequeños grupos, emprenden viaje con dirección al este de África, donde se encuentran con las aves de su mismo orden afincadas en aquella zona. En algunos países del centro de Europa está seriamente amenazada ante el incesante avance de la técnica y la polución que lleva consigo.
Como ave de la estepa, suele bañarse en la arena, pero nunca en el agua. Cuando se alimenta de forma natural no necesita beber agua.
VENCEJOS, CARRACAS Y PICOS
Abejaruco común (Merops apiaster) | Abubilla (Upupa epops) | Carraca (Coracias garrulus) | Martín pescador (Alcedo atthis) | Pico mayor o Pico picapinos (Dendrocopos major) | Pico mediano (Dendrocopos medius, Dendrocoptes medius, Leiopicus medius) | Pico menor (Dryobates minor, Dendrocopos minor) | Vencejo común (Apus apus)