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Ruiseñor común
Luscinia megarhynchos

Características

Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos)
Foto: Carlos Sanz
Ruiseñor común

Su silueta es parecida a la del petirrojo, pero de tamaño mayor (16 cm frente a 14). Las partes superiores son pardas y la cola rojiza. Se posa en lugares abiertos, con las alas colgando y la cola levantada; normalmente escondido en la maleza más espesa, se desplaza a grandes saltos sobre el suelo.

Hábitat

Habita bosques de todo tipo con abundante sotobosque, parques, plantaciones de frutales, jardines, setos. En Europa central es raro a alturas superiores a los 400 metros sobre el nivel del mar; en el sur ocupa zonas montañosas hasta los 1000 m.

Reproducción

A finales de abril, tan sólo unos días después del primer reclamo del cuco, el ruiseñor se deja oir (al principio, sólo de noche). Su canto es, para muchos, el más espléndido de los que puede emitir un pájaro. Tiene una melodía musical, variada y potente, ascendente y descendente; se oye incluso en lo más cerrado de la noche. Más tarde, en mayo, el ruiseñor canta noche y día, con especial brío en los crepúsculos matutino y vespertino.

Los ruiseñores jóvenes deben aprender el canto, pero para ello les basta con un pequeño estímulo, recibido en una época receptiva que sigue a sus primeros vuelos; es decir, les basta con oír unas cuantas melodías de la boca de un cantor adulto. Cuando un ruiseñor dotado de unas cualidades canoras excepcionales deja oír su voz en una zona determinada, automáticamente mejora el nivel de canto de los ruiseñores de aquel ambiente. Al revés, cuando muere el mejor de los cantores, la nueva generación pierde calidad. En el este y en el sur existen ruiseñores muy activos pero de escaso arte canoro; en algunos lugares sólo saben una canción monótona, que interpretan, eso sí, con extraordinaria potencia.

La hembra construye su nido en matorrales a la sombra de los árboles, normalmente oculto bajo montones de hojarasca; es raro que lo haga sobre el suelo o incluso a la altura del pecho, en enredaderas de hiedra.

En mayo tiene lugar la puesta de 5 a 6 huevos de color verde oliva. En la segunda mitad de junio los polluelos saltan fuera del nido, después de haber permanecido en él unos 11 ó 12 días. Hasta la muda otoñal, llevan el plumaje pardo, noteado de los inmaturos.

A finales de verano el ruiseñor vive de forma discreta en el monte bajo, por lo que su partida en dirección sur a finales de agosto o principios de septienbre pasa desapercibida, a no ser que un macho joven haga ya sus primeros ensayos de canto en el mes de agosto.

Dieta

El ruiseñor devora insectos blandos, que busca en el suelo; en caso de necesidad los golpea contra el suelo hasta que ya no se mueven. En otoño disfruta también comiendo bayas.

Vida y costumbres

El ruiseñor inverna en los bosques lluviosos de África tropical y regresa a finales de abril, adelantándose unos días el macho a la hembra. Se dirigen a su mismo territorio de años anteriores, donde, con probabilidad, se les unirá su hembra de años anteriores.

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